La cromatografía es una técnica esencial en química analítica que se utiliza para separar, identificar y cuantificar diferentes componentes de una mezcla. Es un método versátil que se aplica en diversas industrias, incluido el sector farmacéutico, alimentario, ambiental y forense.
El principio básico de la cromatografía se basa en la interacción entre los componentes a analizar y una fase estacionaria. , que normalmente consiste en un material sólido o un líquido unido a una superficie sólida. Una fase móvil, como un líquido o un gas, pasa a través de la fase estacionaria, lo que hace que los componentes de la mezcla se muevan a diferentes velocidades. Esto crea una separación de los componentes en función de su afinidad con la fase estacionaria. Existen diferentes tipos de cromatografía, incluida la cromatografía de gases (GC), la cromatografía líquida (LC) y la cromatografía de capa fina (TLC). La cromatografía de gases utiliza una fase móvil gaseosa y se utiliza principalmente para compuestos orgánicos volátiles. La cromatografía líquida, por otro lado, utiliza una fase móvil líquida y es adecuada tanto para compuestos polares como no polares. La cromatografía en capa fina es un método sencillo y rentable en el que la fase estacionaria se aplica a una capa fina de material, como una placa de vidrio o una tira de plástico.
Dentro de la cromatografía, se utilizan varios métodos de detección. disponibles para detectar los componentes separados, identificarlos y cuantificarlos. Estos incluyen detección UV, espectrometría de masas (MS), detección de ionización de llama (FID) y detección electroquímica. La elección del método de detección depende de la naturaleza de los componentes a analizar y de la sensibilidad y especificidad deseadas. La cromatografía se utiliza frecuentemente en la industria farmacéutica para comprobar la pureza y la calidad de los medicamentos. Permite a los científicos detectar y cuantificar la presencia de impurezas, lo cual es fundamental para la seguridad y eficacia de los medicamentos. Además, la cromatografía se utiliza en la industria alimentaria para comprobar la presencia de contaminantes, como pesticidas y metales pesados.